Las regidoras posan unidas para la cámara. (Suministrada) Cada vez que se abre el telón en una sala de teatro en Puerto Rico allí están ellas listas para comenzar la función. En una mesa entre bastidores, con sus auriculares, son las que logran que la magia se haga realidad.
Zenaida Urbano
Ya sea una obra de teatro, zarzuela, musical, ballet, un concierto o una ópera, ahí están para lograr armonizar todos los departamentos que forman parte de una puesta en escena y que el público pueda disfrutar de un gran espectáculo.
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Se trata de las regidoras de escena, un campo que en Puerto Rico dominan actualmente las mujeres, aunque también hay hombres que desempeñan la tarea.
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Entre ellas están Aned Cruz, Cristina Robles, Jessica Rodríguez, Aida Belén Rivera, Lonka Álvarez, Jackmari Ortiz, Mariana Carbonell, Arelis López, Flor Marina García y Tania Zaí Vargas.
Algunas llevan más de tres décadas de carrera, como Aida Belén Rivera, y otras llevan nueve años como, Arelis López. Hay varias que intercambian la regiduría con roles de actriz, directora y productora, como pasa con Jessica Rodríguez, Mariana Carbonell y Lonka Álvarez, respectivamente. Todas son diferentes en sus universos, pero guardan en común la misma pasión por esta profesión que es fundamental para una puesta en escena, como explica Aned Cruz, quien lleva 23 años como regidora.
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” Un regidor de escena es un director técnico que está a cargo de la pieza y nosotros trabajamos mano a mano con la producción y el director creativo de la pieza. Una vez se plasma la idea creativa de ese director nosotros estamos a cargo de transmitir toda esa información a través de todos los departamentos concernientes al teatro, entiéndase el vestuario, utilería, tramoya, escenografía, a los mismos actores, sus movimientos, cargamos toda la producción “, manifiesta Aned, quien comparte que lo más que le gusta de su trabajo es que ” tiene el control de todo “
” Es fascinante como tú dejas de trabajar para el productor, el director o para los actores y empiezas a trabajar de lleno para la pieza. Yo digo que si la gente viera lo que nosotros vivimos en los ensayos pagarían por ver el ensayo que ver la pieza porque es un proceso creativo maravilloso “, agrega con una sonrisa de satisfacción
Esa magia que se da tras bastidores fue la que encantó a Lonka Álvarez desde que era una niña. Hija de la actriz Gladys Rodríguez y el actor Miguel Ángel Álvarez, se acostumbró a ver las obras desde esa otra perspectiva, lo que le pareció mucho más divertido.
“Siempre estaba sentada ahí con el regidor mientras mi madre estaba en escena y me fascinaba el equipo, los ‘cues’ (señal), apretar el botón para hablar, el headset y me fijaba en los libretos que tenían marcas de colores. Para un niño todo eso es fascinante, además que escuchaba lo que más nadie, que era todo el engranaje y cómo iba corriendo la función, que es algo que no ves como público ni como actor. Y así me fui enamorando de esta parte del teatro”, relata quien hoy es la directora de producción de Ópera de Puerto Rico, pero quien además rige teatro, musicales, eventos y conciertos
Lonka admite que no le gusta regir y producir a la vez -aunque lo ha hecho- porque regir requiere de mucha concentración y organización, y hacer las dos cosas te saca de foco. Quizás para la productora estas dos disciplinas del teatro no mezclen bien, pero para Mariana Carbonell dirigir y regir es la combinación perfecta. Aunque son tareas que no hace simultáneamente, admite que el haber sido regidora de escena le ha ayudado a crecer como directora
“Es un buen aprendizaje porque si el director es el creativo, el regidor es el que tiene que ejecutar esas decisiones, el que se comunica más con los diseñadores y con los técnicos para concretizar esas ideas y todo eso ayuda al director”, dice
De forma similar opina Jessica Rodríguez, quien es actriz y regidora. Más que posicionarse entre uno y otro, prefiera catalogarse como “teatrera”, ya que le gusta todo lo que constituye el teatro. Al preguntarle por qué cree que en Puerto Rico son las mujeres las que actualmente dominan este campo opina que es porque son hacedoras
“Nosotras tenemos que resolver y hacer lo nuestro porque nadie lo va a hacer por nosotras, así que este trabajo es perfecto porque nosotras resolvemos todos los problemas de cada producción. En mi caso en particular que trabajo para Teatro Breve todas las jefas de departamento allá son mujeres. Y creo que es porque está en nuestra naturaleza resolver, hacer las cosas y hacerlas bien”, puntualiza
Pero en Puerto Rico no siempre fueron las mujeres las que dominaron el campo de la regiduría, como recuerda Aida Belén Rivera, quien ha sido la regidora de obras como “La verdadera historia de Pedro Navaja”, de Pablo Cabrera.
“Cuando yo empecé la otra mujer regidora que había -que yo sepa- era Ligia Rolón y yo. Yo creo que éramos las únicas porque fuera de eso eran todos hombres. Pero yo creo que los técnicos nos responden mejor a nosotras y que los directores lo saben y se fue dando esa transición”, apunta esta veterana regidora, quien escoge meticulosamente los proyectos en los que trabaja
Y es que la responsabilidad de estas regidoras sobre las puestas en escena es total. Así lo narra Cristina Robles, quien lleva 15 años en este campo. Comenzó siendo apenas una adolescente de 16 años y continúa inmersa en lo que describe como “su vida”
“Lo bonito de un regidor es tratar de que los fallos que haya en escena la gente no se dé cuenta”, comenta. “Me encanta la energía, el ánimo, el correcorre y tratar de estar ‘super sharp’ para mis actores porque si se me va un ‘cue’ lo puedo arruinar todo”, dice, quien todavía recuerda con angustia la primera vez que rigió un musical y la mitad de las pantallas de la escenografía se apagaron. “Eso fue la tortura más grande, pero a la vez me hizo entrar en ese mundo de musicales”, comunica
Tania Zaí sabe muy bien de lo que habla su colega. Aunque rige diversos géneros se ha concentrado en los musicales por el conocimiento que tiene en música. El haber estudiado un tiempo en el Conservatorio de Música de Puerto Rico y luego teatro en la Universidad de Puerto Rico, le abrieron la puerta al mundo de la regiduría. ” Quería ser actriz musical, pero en la UPR se me dio la oportunidad de regir un Festival de la Voz y me pareció mágico que todo sucediera y ahí me he quedado desde el 2008 “, señala, quien trabaja mucho con zarzuelas, ópera y musicales
Esa pericia también la tiene Arelis López, pero con la danza. La mayoría de las regidoras entrevistadas coinciden en que el ballet es de las producciones más difíciles de regir, principalmente porque se trata de un lenguaje muy específico. “El ballet tiene toda una estructura y si no sabes de ballet se te va a hacer bien complicado. Yo empecé en el 2009 bajo la dirección de Joseph Aguayo y de ahí he seguido”, señala la regidora, que se formó en danza
Agrega que dentro del trabajo de un regidor siempre pasan situaciones inesperadas y que ahí es que se pone a prueba la habilidad del regidor para resolver. Una palabra que repite para describir su trabajo es “magia”. “A nosotras también nos dan maripositas como a la gente que se para en el escenario”, comparte
De eso sabe Flor Marina García, quien lleva 11 años como utilera y coordinadora de producción, siempre vigilante a todos los movimientos que ocurren detrás del escenario. Estudió artes plásticas y ha encontrado en este campo una manera creativa de expresarse. “Siempre me interesé en qué era lo que tenía que pasar allá atrás para que al frente se viera todo bonito”, dice
Lo menos atractivo
La parte menos agradable de este trabajo son los salarios que reciben las regidoras en Puerto Rico, como establece Jackmari, quien fue la que organizó este junte de regidoras, pues para ella es fundamental que se conozcan, que compartan experiencias y sobre todo que se reconozca el trabajo que realizan
” Todo el mundo está en búsqueda de mejores condiciones laborales y nosotras no estamos exentas a eso. Todo lo que está pasando en el país nos afecta directamente porque afecta a la producción de los espectáculos. Cada vez la cultura se queda más rezagada y eso nos deja a nosotras con menos posibilidad de poder desempeñar esta tarea que amamos “, sostiene, toda vez que precisa que muchas de ellas, además de regir, hacen el trabajo de asistente de director, pero cobran solo como regidoras
Menciona, además, que la mayoría trabaja meses con una producción, pero solo cobran por las funciones que se lleven a cabo, por lo que muchas deben tener otros trabajos para subsistir
” Me molesta que, por mi pasión, donde meto mucha más energía, que requiere más tiempo, que es más retante, cobre muchísimo menos que en la tienda en la que trabajo “, abunda por su parte Tania Zaí
Pero a pesar de que no gozan de grandes salarios -lo quedebería cambiar- y que invierten mucho tiempo en este trabajo, esta es la gran pasión de estas mujeres. Es el motor que las mueve, lo que les fascina
“¡Es que somos adictas a la adrenalina!”, establece Aned, mientras camina vestida de negro hacia la tarima, donde la espera el resto de sus compañeras, quienes esta vez han decidido salir de los bastidores y plantarse frente al escenario para que el público las vea y sepa que sin ellas nada de la magia que sucede en el teatro sería posible